No hay lugar a dudas de que la revolución digital que estamos viviendo en pleno siglo XXI, es ya una realidad en las aulas. Esta revolución debe convertirse en nuestro mejor aliado para lograr una educación de calidad. Calidad entendida como una total inclusión de los alumnos en las aulas. Educación inclusiva que, según Stainback (2001) (Pujolàs,2012,p.1),
se ofrece a todos los niños sin distinción de su discapacidad.
Asimismo Pere Pujolàs (2012) defiende que la educación inclusiva no debe ser una concesión del sistema educativo, sino una cuestión de derecho, de justicia.
Al igual que todos los elementos que forman parte del sistema educativo, las nuevas tecnologías requieren de unos principios para su aplicación. En las conclusiones establecidas en la Jornada sobre Accesibilidad y Nuevas Tecnologías: Un mercado abierto (Madrid, 2002) recogidas en Gento Palacios (coord.), y otros (UNED,2010), pp.19 y 20, puede destacarse que las nuevas tecnologías:
- Son un medio de integración social.
- Debe ser "beligerantes" para disminuir las diferencias.
- Deben facilitar la accesibilidad.
- Deben ser accesibles.
- Nadie debe quedar excluido de ellas.
- Todo el mundo se puede beneficiar de la tecnología pensadas para personas con discapacidad.
Es, quizá, este último principio el que me convence de que las nuevas tecnologías son un gran apoyo para la educación inclusiva (de todos). El hecho de apostar por una educación inclusiva, nos lleva a beneficiar a toda la comunidad escolar y no al contrario. Lo normal es ser diferentes, tal y como afirma el profesor Pere Pujolàs.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
- Gento Palacios, S. (Coord.), Gallego Gil, D.J., y Carretero Díaz, M.A. (2010):
Materiales convencionales y tecnológicos para el Tratamiento Educativo de la Diversidad. Madrid: UNED.
- Pujolàs i Maset, P. (2012):
Escuela inclusiva y Diversidad. Recuperado de: http://auladesecundaria.wordpress.com/2012/11/30/escuela-inclusiva-y-diversidad/ .